Ofra Grinfeder
nació en Israel, se trasladó a Nueva York, vivió durante años en Corea, Turquía y se estableció en Brasil. Estos desplazamientos le permitieron acumular elementos de cada cultura con la que vivió y encontrar una síntesis de estas influencias materiales y territorios. Su poética, que a veces coquetea con lo primitivo o incluso con un objeto arqueológico, en una segunda mirada revela un minimalismo oriental. Esta gama de idiomas muestra una inquietud latente en una carrera que ya ha alcanzado las cinco décadas. Ofra es una artista que se ha encontrado dentro de uno de los aspectos más interesantes de la cultura brasileña: su generoso sincretismo, que permite que las diferentes corrientes coexistan en armonía y se dejen contaminar.