La peste besa en la boca a toda la humanidad
Y un día desperté
no era mujer migrante
no era una niña pobre
ni una amoral
pero la peste había decidido besar en la boca a la humanidad toda.
Y un día desperté
no era mujer migrante
no era una niña pobre
ni una amoral
pero la peste había decidido besar en la boca a la humanidad toda.
La o de los respiradores que convocan el oxígeno con violencia y luego te entregan la palabra salud junto al sudor metálico del miedo.
En cada extremidad de tu cuerpo hay un árbol, y en el centro, otro se hunde de sangre, corazón y estuario.
Señor, la casa se ha vuelto cuerpo,
y el cuerpo es ahora extraña compañía,
país para hibernar
Para sentirnos vivos revisamos las cifras de contagios, lo cerca que parecen, y miramos en redes si alguien ya pescó la infección.
Para entonces
el tigre, el escarabajo, las ballenas y los pájaros,
todas las especies
se habían extinguido.
Un par de mirlos en el cable de la luz,
un moscardón en la pared
y tambaleados por el viento unos manteles que se agitan a murmullos.
Las casas zumban…
Que se congele el tiempo,
así puedo sacar a la calle,
todos los escombros,
lo que sobra
Que se muera el arlequín
disfrazado de viuda en el imperio inmundo, que se muera el que parió monstruos y lo proclamaron santo
el calendario tiene una rosa muerta entre sus hojas, la lluvia es una pátina, una caricia trágica, una niña corriendo descalza en el desierto