Somos un colectivo de 18 fotógrafos latinoamericanos —9 hombres y 9 mujeres—, distribuidos en distintas ciudades y países de la región. Aludimos, simbólicamente, al número 19 de la COVID: 18 fotógrafos registramos un virus.
Afectados y atravesados con dureza por esta pandemia, decidimos unir fuerzas. Tomamos nuestras cámaras y salimos a la calle o al interior de nuestras casas a registrar lo que pasa en nuestra parte del mundo.
Este momento representa un gran desafío para nuestro oficio: nuestro trabajo es mirar al mundo y ahora estamos confinados. Así que en este proyecto tratamos de reinventarnos, buscar otro modo de narrar. Muchos de nosotros salimos lo poco y necesario, salvo algunas excepciones o asignaciones. Eso se ve en las fotografías: el registro nace desde la cuarentena, muchas de las miradas retratan la vida doméstica.
Pero también queríamos retratar las particularidades de nuestra región, desde nuestras comunidades, desde nuestra cultura, desde nuestro sello como latinoamericanos y que eso pueda verse plasmado en el proyecto.
El resultado es este: un juego entre lo íntimo y lo social, entre lo global y lo particular. 18 miradas, 18 maneras de ver el mundo que construyen, entre todas, un diálogo diverso que une. Es también un modo de acompañarnos.
Esta crisis, creemos, viene a decirnos algo: es un nuevo llamado de atención que está provocando dolor, pérdidas, sacrificio. Como humanidad debemos hacer un balance: la desigualdad social y el maltrato del medioambiente ha llegado a extremos irracionales y se ha vuelto insostenible. Y pensamos que, de algún modo, estos factores están conectados. Tenemos la esperanza de que este momento nos ayude a abrir los ojos, a reflexionar, a unirnos y reaccionar. Con estas fotografías queremos ayudar a hacer ese cambio.
