Una selva peligrosa y sin caminos se convierte en una senda de esperanza desesperada
Dos crisis convergen en el peligroso puente terrestre conocido como El Tapón del Darién: El desastre económico y humanitario que se está produciendo en Sudamérica y la encarnizada lucha por la política de inmigración en Estados Unidos.
Las Naciones Unidas afirman que en la actualidad hay al menos 103 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo, una cifra récord que sólo se espera que aumente.
Durante 2022, al menos 250.000 personas atravesaron el Darién, la mayoría venezolanos casi el doble que el año pasado, y casi 20 veces la media anual entre 2010 y 2020. Al menos 33.000 de las personas que hicieron el viaje en 2022 son menores de edad.
Algunas partes eran tan inaccesibles que cuando los ingenieros construyeron la Carretera Panamericana en la década de 1930, que unía Alaska con Argentina, sólo quedó sin terminar un tramo importante: un trozo de 66 millas sin carretera llamado el Tapón del Darién.
Los migrantes hicieron atravesaron la selva con sus pertenencias metidas en bolsas de plástico, sus bebés en brazos y sus hijos de la mano. No se sabe a ciencia cierta cuántos lo consiguieron, y cuántos no.