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Agua – para todos y para nadie

PorSara Wayra
Desde la cosmovisión aymara, el agua «Uma» es un ser vivo, un ser sagrado por lo tanto hay que cuidarlo, nutrirlo, protegerlo y tratarlo con respeto generar relacionamientos más reciprocos y respetuosos con la compleja vida del agua.
En la cultura aymara, existen leyendas de guerreros que suben a lo más alto de las montañas y luchan contra el rayo y el granizo, que muchas veces destruyen sus cultivos, desde la cosmovisión andina se considera que el agua siente, tienen fuerza, se revelan si se enojan por lo tanto se debe dialogar con ella para una vida en equilibrio.
Siendo el agua un ser sagrado para el mundo andino también se le agradece con ofrendas «Wajtas» en aymara, para la Pachamama (Madre Tierra), con las que le agradecen por la lluvia en tiempos de sequía y por no enviar granizo.
La búsqueda de tesoros subterráneos ha llevado al hombre a desgastar la tierra e impedir el libre flujo del agua, contaminándola e impidiendo su retorno.
El agua es vida, pero no sólo como elemento líquido vital para el consumo, para otros seres vivos significa el espacio que habitan, donde se crea la vida, y donde se genera un equilibrio.
La conexión con la memoria del agua no es perpetuar su forma, sino apreciar lo efímero de su presencia y revalorizar cada forma de su existencia más allá de los usos que le damos.
El agua nos mantiene en armonía y movimiento con el cosmos, nos regala visualmente lo más hermoso de su creatividad, fluye, nutre e hidrata este cuerpo vivo y natural que llamamos Pachamama, -Madre Tierra – en Aymara.
Para la cosmovisión andina el agua desde el concepto de “Ser Vivo”, también la concidera como un ser de conexión con otros planos de este mundo llamada (La Trilogía Divina Andina) compuesta por tres aspectos o planos. En su representación del cosmos «Hanan Pacha» o el (mundo celestial o supraterrenal de arriba) «Kay Pacha» o el mundo de aquí y ahora (hombres, animales y plantas) «Uku Pacha» o el mundo de abajo (muertos, no nacidos y enfermedades). El agua, en sus diferentes estados, transita por todos estos planos y sirve de puente de comunicación entre ellos, estas formas de vinculación permiten identificar las diferentes propósitos e identidades del agua.
Las lagunas ubicadas muchas veces en lugares ceremoniales de la ciudad de La Paz son consideradas «Mama Qutas» -madres protectoras- en Aymara, no solo son reservorios de agua para las comunidades. tambien están llenas de energía positiva que representa la sangre de la naturaleza y protege el territorio, tenemos que tomar conciencia que nosotros dependemos mucho más del agua que ella de nosotros y lo unco que el agua espera de nosotros es que le ayudamos a seguir con vida, cambiando las formas en como la concebimos y nos relaconamos con ella .

Agua, presencia y ausencia

¿Qué es realmente el agua para nosotros, más allá de un recurso hídrico que asegura la vida y la producción de alimentos? ¿Tenemos otro tipo de relación con ella o sólo la vemos como un líquido vital para el consumo? En este proyecto intento abrir mis sentidos para explorar el vasto simbolismo que el agua tiene en nuestra vida cotidiana y las prácticas que configuran nuestra relación con todas las formas y estados en que se manifiesta este elemento vital, emana, se transforma y desaparece.

Sara Wayra