Dos árboles se encuentran a la entrada de un complejo turístico como decoración en Playa del Carmen, México, el jueves 7 de marzo de 2024.
Turistas se sumergen en el cenote Car Wash en Rancho Viejo, México, el miércoles 1 de marzo de 2024.
El biólogo Roberto Rojo, a la izquierda, recoge basura durante la limpieza de un cenote por parte del grupo de voluntarios «Cenotes Urbanos» en Playa del Carmen, México, el sábado 2 de marzo de 2024.
El biólogo Roberto Rojo, a la izquierda, observa las estalactitas cerca de un pilar de acero situado para sostener parte de la estructura construida para el Tren Maya dentro de Oppenheimer, parte del sistema de cuevas de Aktun Tuyul, en las afueras de Playa del Carmen, México, el viernes 8 de marzo de 2024.
Un pez nada dentro del cenote Car Wash en Rancho Viejo, México, el miércoles 1 de marzo de 2024.
Turistas se zambullen en el cenote Car Wash en Rancho Viejo, México, el miércoles 1 de marzo de 2024.
Se ve el sombrero de un pasajero en los asientos del Tren Maya en la ruta de Cancún a Valladolid, México, el miércoles 6 de marzo de 2024.
Vista aérea de la construcción del Tren Maya cerca de Playa del Carmen, México, el viernes 1 de marzo de 2024.
Turistas disfrutan de una fiesta dentro de un cenote en Tulum, México, el sábado 2 de marzo de 2024.
El agujero realizado para que el pilar de acero pueda entrar en la caverna y sostener parte de la estructura construida para el Tren Maya dentro de Oppenheimer, parte del sistema de cuevas de Aktun Tuyul, en las afueras de Playa del Carmen, México, el viernes 1 de marzo de 2024.
Los cenotes son parte de una de las maravillas naturales de México: un sistema de aproximadamente 10.000 cavernas, ríos y lagos subterráneos que serpentean bajo la península de Yucatán, en el sureste del país.
La construcción del Tren Maya —el proyecto insignia del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador— está destruyendo buena parte de ese mundo subterráneo oculto, ya amenazado desde hace décadas por el desarrollo urbano y el turismo masivo. A lo largo de casi 1.600 kilómetros, el Tren Maya recorrerá la península de Yucatán para conectar ciudades turísticas como Cancún y Playa del Carmen con comunidades remotas y sitios arqueológicos enclavados en la selva a los que promete llevar desarrollo económico.
Científicos y ambientalistas advierten que el tren representará un desastre ambiental en el largo plazo.