Demothanasia
La despoblación es el proceso por el cual las acciones u omisiones políticas conducen a la desaparición de la población de un territorio. La muerte por despoblación es lenta y silenciosa. Es despiadada con el territorio, la naturaleza y el patrimonio. La situación no es menos dramática para las personas que viven o, mejor dicho, resisten en el medio rural. Los que viven en la más absoluta soledad en una España silenciosa, silenciada y mal llamada vacía. En realidad, aún no está vacía.
Europa es el continente más envejecido del mundo. Una de las regiones más afectadas por el envejecimiento según Eurostat es Galicia. Hay un alto porcentaje de personas mayores con falta de autonomía residencial o con cierto grado de dependencia que se resisten a abandonar la tierra donde han vivido toda su vida. Viven solos donde los cuidados y la asistencia brillan por su ausencia. Contextos sociales extremadamente preocupantes ante la insuficiencia de recursos por parte de la administración y la pasividad, llena de violencia implícita, de los actores políticos implicados. Gran parte de la población envejecida se encuentra abandonada en estas zonas con falta de atención y una cobertura sociosanitaria muy limitada.
Son territorios tradicionalmente minifundistas debido a la sinuosa orografía que imposibilita la producción intensiva. El actual mercado voraz de macroproducción y sobreproducción, la falta de telecomunicaciones y conexiones de calidad hace que la pirámide demográfica en la mayoría de los territorios esté invertida. Hay núcleos de población donde la pirámide ni siquiera tiene base debido a la baja natalidad y al éxodo rural masivo.
La despoblación de las zonas rurales es una de las causas de numerosos problemas medioambientales como el aumento de la voracidad de los incendios forestales o el incremento de la erosión del suelo.
Si no hay cambios radicales en este sentido: la muerte de los últimos habitantes rurales traerá consigo la muerte de un modelo social y entonces será una España vacía.