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Flores en el jardín de las sombras

La historia de Natalia (38) refleja una realidad compleja que va más allá de la adicción: es el testimonio de una vida marcada por la soledad, la falta de afecto y un profundo vacío existencial. Durante más de 15 años ha sido consumidora de pasta base de cocaína, atrapada en un ciclo del que no ha logrado salir, en gran parte por la ausencia de una red de apoyo emocional y social.

A pesar de varios intentos por rehabilitarse, Natalia ha debido enfrentar sola su lucha. Su entorno no le ofrece contención ni esperanza. Vive a diario una soledad silenciosa, donde el peso de criar a su hija y cuidar a su madre postrada se convierte en una carga emocional casi insoportable. Siente que debe sostener un hogar desde el desgaste, sin fuerzas, sin rumbo claro y sin espacios para sanar.

La detección de su consumo durante el embarazo y el breve proceso de rehabilitación que siguió evidencian la falta de intervenciones sostenidas por parte del sistema de salud. Natalia no necesitaba solo dejar la droga: necesitaba reconstruir su historia desde la dignidad, el afecto y el acompañamiento continuo. La falta de oportunidades laborales y educativas agrava aún más su exclusión.

El consumo de pasta base, introducida en Chile en los años 80, está estrechamente ligado a contextos de vulnerabilidad. Su bajo precio y fácil acceso la han convertido en una droga prevalente en sectores empobrecidos. Los efectos devastadores —neurológicos, pulmonares y cardíacos— se suman al deterioro emocional que produce el entorno de consumo.

Chile lidera el consumo de pasta base de cocaína en Sudamérica, y los adolescentes figuran como el grupo más afectado. Según el Estudio Nacional de Drogas en la Población Escolar 2019, el 1,7% de los escolares ha consumido esta sustancia, con una edad de inicio alarmantemente temprana: 13,8 años.

El caso de Natalia revela la urgencia de enfrentar el problema de las drogas desde una perspectiva integral. No basta con abordar la adicción como un hecho aislado; es fundamental considerar el contexto de abandono, precariedad y falta de sentido que la rodea. Se necesitan políticas públicas que incluyan prevención, salud mental, redes de apoyo y acompañamiento afectivo, especialmente en contextos donde la vida parece no tener salida.

Este proyecto de largo aliento comienza su seguimiento el año 2009 aprox y continua hasta la fecha.