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Infierno verde

El Tapón del Darién ha sido en la última década una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo por la dificultad del terreno, los grupos armados ilegales que operan allí y la violencia sexual ejercida en muchas de estas personas. Desde la pandemia de 2020, miles de personas arriesgan sus vidas en esta selva inhóspita, de donde muchos nunca logran salir.