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Jinetes de la memoria: la herencia de los Pari Soto

En las alturas de Layo, a orillas de la laguna Langui, el galope es un latido que atraviesa generaciones. La familia Pari Soto vive para el deporte de las carreras de caballos: Dajiro, un niño jinete, compite siguiendo la ruta marcada por su padre, Wilbert, que perdió la vida en una de estas pistas. Su tío, Uriel, entrena y doma a los caballos con la precisión de un atleta que sabe que cada segundo en la recta final es decisivo, mientras Margarita, la abuela, sostiene la tradición que mezcla duelo, disciplina y orgullo.


Este proyecto acompaña sus días, desde los entrenamientos en el corral familiar hasta la adrenalina de la competencia en Langui, a treinta minutos en camión desde su casa. Entre apuestas, polvo y monturas gastadas, el apellido Pari Soto resuena en cada carrera, recordando que aquí el deporte no solo es competencia: es vínculo, herencia y resistencia.