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Permanencias

Escapando de las relaciones violentas de la casa de mis padres, crecí con mi abuela materna Clemencia, una mujer ultracatólica. Poco a poco, a través de la fotografía y el cuerpo construí un espacio en el que mi abuela desentrañó las enseñanzas de sumisión, violencia y machismo a las que fue sometida durante años; se apropia de su cuerpo, intenta reconfigurar su identidad y transforma la mía. Ayudándome a construir un presente alejado de la violencia. El acto fotográfico se convierte en un terreno en donde a través del juego y la complicidad se condensan nuestros deseos más profundos.

Estos fragmentos no son más que un recordatorio de cómo nos salvamos el uno al otro, en el hostil presente, abre la brecha universal para reflexionar sobre la complejidad de la condición humana y de darnos cuenta de la capacidad que tiene la fotografía para reescribir nuestras historias.