La comunidad de Phinaya se encuentra a 4.830 metros sobre el nivel del mar. Es el pueblo más alto cerca del glaciar Quelccaya en Cusco, Perú.
Alpacas pastando en humedales producidos por el deshielo del glaciar Quelccaya en Cusco, Perú.
Las olas de frío son ahora mucho más duras de soportar, cada vez más bajas debido al cambio climático. Casi no llueve, no hay agua, los animales se mueren, es preocupante en las alturas de los Andes», dice Salomé (61), una de las ancianas de la comunidad, posando para un retrato en su choza de Cusco, Perú.
Exaltacion Chuquichampi (58) sostiene hielo desprendido del glaciar tropical Quelccaya en Cusco, Peru.
Una de las consecuencias del cambio climático es el desplazamiento. La gente emigra después de temperaturas muy frías, sequías e inundaciones, dejando comunidades con menos habitantes y una pérdida de conocimientos andinos ancestrales en Cusco, Perú.
Teresa Mendoza (46) observa el retroceso del glaciar Quelccaya, donde solía jugar de niña en Cuzco, Perú.
Los glaciares actúan como vastos depósitos acuíferos, liberando agua continuamente a medida que se derriten. La gente que vive río abajo utiliza esta agua para beber y para su higiene básica, así como para regar sus campos y mantener los humedales donde pastan sus alpacas y llamas en Cuzco, Perú.
Dos criadores de alpacas hacen una ofrenda con hojas de coca como símbolo de respeto y para equilibrar el daño hecho por el hombre a la «pachamama» (Madre Tierra en lengua quechua) en Cuzco, Perú.
La captación de agua es una forma de adaptarse al cambio climático, consiste en almacenar agua en
pequeñas lagunas o qochas (en quechua), creando reservas para épocas de sequía.
Domitila Cono (30) cuida de «Rafaelito», una oveja huérfana de seis semanas. Debido a las heladas provocadas por el cambio climático, muchos animales no sobreviven en las grandes altitudes de los Andes peruanos en Cuzco, Perú.
Un pastor esquila una alpaca; la venta de fibras de alpaca es la principal actividad económica en las grandes altitudes de los Andes.
Yolanda Quispe (41) trabaja como guardabosques, protegiendo y vigilando el Quelccaya. Cuenta una leyenda que le contaron sus antepasados de la comunidad. Un anciano indigente llegó pidiendo comida y agua a la celebración de una boda en la comunidad, pero lo echaron por su aspecto. Sin embargo, una mujer le ayudó y el anciano le dijo: «Sube con tus animales y no mires atrás». Siguieron ruidos fuertes y empezó a nevar, inundando todo el pueblo como castigo y creando la laguna de Sibinacocha, la más importante de Cusco, Perú
Recuerdo que el pico era enorme. Era precioso, pero ahora ya no queda nada. Ya no hay mucha nieve, así que ¿qué vamos a hacer cuando se acabe la nieve? Nos vamos a quedar sin agua’. Actualmente, el Quelccaya está retrocediendo a un ritmo de 60 metros al año y podría desaparecer en los próximos 30 años en Cuzco, Perú.
Trabajadores descansan tras limpiar un vertido de petróleo causado por olas anormales provocadas por una enorme erupción volcánica submarina en Tonga, frente a la costa de Ancón, Perú.
Trabajadores limpian un vertido de petróleo en Ancón, Perú
Un trabajador sostiene un pez muerto por el vertido de petróleo en Ancón, Perú.
Trabajadores limpian un vertido de petróleo en Ancón, Perú
Trabajadores limpian un vertido de petróleo en la playa mientras los manifestantes participan en una protesta frente a la refinería La Pampilla de Repsol contra el reciente vertido de petróleo que ha causado un desastre ecológico en las costas de Ancón, Perú.
Un trabajador limpia un vertido de petróleo causado por olas anormales, provocadas por una erupción volcánica submarina masiva en Tonga, frente a la costa de Ancón, Perú.
Trabajadores limpian rocas contaminadas por un vertido de petróleo en Ancón, Perú.
Trabajadores caminan hacia las playas afectadas por el vertido de petróleo en Ancón, Perú.
Un trabajador gesticula mientras limpia con sus compañeros un vertido de petróleo en Ancón, Perú.
Yovana Chuquichampi venera el nevado Quelccaya, antaño el mayor glaciar tropical del planeta. Esta montaña de nieve retrocede 60 m al año y los estudios demuestran que desaparecerá en los próximos 30 años si no se reducen las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Teresa Mendoza (46) y Agustín Gutiérrez (67) crían alpacas. La venta de sus fibras es el principal medio de subsistencia de los habitantes de la comunidad de Phinaya, en Cuzco, Perú. Perú tiene el mayor número de alpacas (85%) del mundo. Sin embargo, debido al cambio climático, la cría de estos camélidos es cada vez más difícil debido a las heladas, la sequía y la escasez de pastos.
La bandera peruana se iza en un campamento de la comunidad indígena de Huancuire, cerca de la mina de cobre Las Bambas, como parte de una protesta para exigir la devolución de las tierras que ellos llaman tierras ancestrales, en Apurimac, Perú.
Debido a que el agua potable está contaminada con altos niveles de metales pesados como el arsénico, los niños de la región de Ayacucho están desarrollando múltiples enfermedades, incluida la leucemia.
Un rebaño de ovejas en la comunidad campesina de Huancane, cerca del campamento minero de Glencore Antapaccay en Cusco, Perú.
Exaltacion Chuquichampi (izquierda) y Yovana Chuquichampi sumergen sus manos en la laguna de Sibinacocha como ritual. La laguna está a 4860 m sobre el nivel del mar y el agua es de origen glaciar, procedente del nevado Quelccaya, en Cuzco (Perú). Actualmente es una zona protegida por considerarse un termómetro mundial, donde se investiga la relación entre el calentamiento global y el deshielo de los glaciares.
Vista de la mina de oro a cielo abierto Apumayo en la comunidad de Chaviña, Ayacucho, Perú. Las principales desventajas de este tipo de minería son el impacto medioambiental que provoca: daña la superficie terrestre, cambia la forma de su corteza, contamina las aguas subterráneas y el aire con polvos tóxicos y provoca la formación de una gran cantidad de polvo.
Una oveja muerta debido a la contaminación de la carretera del corredor minero en Chumbivilcas, Cusco, Perú.
«Durante mucho tiempo, los gobiernos han prometido solucionar nuestros problemas, pero nada ha cambiado», dice Ccalla en quechua mientras cocina en su casa de la comunidad de Carata, uno de los lugares afectados por la contaminación en Puno, Perú.
Manifestantes chocan con la policía durante una manifestación antigubernamental tras la destitución del ex presidente de Perú, Pedro Castillo, en Lima, Perú.
Edith Prado sostiene una fotografía de su hermano Edgar Prado, que murió tras recibir un disparo mortal el día de las protestas tras la destitución del ex presidente peruano Pedro Castillo, en Ayacucho, Perú.
La gente camina por las carreteras debido a los bloqueos de las protestas contra el gobierno en Cusco, Perú
Un manifestante utiliza una honda mientras se enfrenta a la policía antidisturbios durante la marcha «Toma Lima» para manifestarse contra la presidenta de Perú, Dina Boluarte, en Lima, Perú.
Un testigo muestra una fotografía de casquillos de bala alcanzados por la policía tras la muerte de diez personas durante una protesta en Ayacucho, Perú.
Una mujer ondea una versión negra de la bandera peruana como símbolo de luto por los fallecidos durante las protestas contra la presidenta peruana, Dina Boluarte, en Lima, Perú.
Un policía antidisturbios lanza una granada de gas lacrimógeno durante la marcha «Toma Lima» para manifestarse contra la presidenta de Perú, Dina Boluarte, en Lima, Perú.
Comunidades campesinas bloquean el puente de Urcos durante las protestas antigubernamentales en Cusco, Perú.
Un manifestante herido durante las protestas es detenido por la policía en Lima, Perú
Agentes de la policía antidisturbios se cubren durante la marcha «Toma Lima» para manifestarse contra la presidenta de Perú, Dina Boluarte, en Lima, Perú.
Felix de la Cruz Sulca, fue asesinado a la edad de 3 años durante la masacre de Accomarca en 1985, su madre observa su retrato durante la entrega de restos en Ayacucho, Perú.
Familiares se despiden del ataúd de una de las víctimas de la masacre de Accomarca en Ayacucho, Perú.
Velorio de los restos óseos de 36 de las 69 víctimas en la iglesia de local de Accomarca. La masacre ocurrio el 14 de agosto de 1985 por agentes del Ejército peruano en Ayacucho, Perú
Familiares identifican los restos y prendas de una de las personas asesinadas en 1985 en Ayacucho, Perú.
Restos de las personas asesinadas durante la masacre de Accomarca son llevados para tener un entierro digno 37 años después de la matanza en Ayacucho, Perú.
Un forense coloca dentro de un ataúd los restos óseos identificados de una de las víctimas de la masacre en Ayacucho, Perú.
Algunas personas recibieron para un entierro digno prendas y objetos simbólicos de sus seres queridos desaparecidos en Ayacucho, Peru
El Ministerio Público no pudo identificar todos los restos y prendas de vestir exhumadas. Muchos de estos estaban completamente calcinados en Aycucho, Perú
El entierro reunió a tres generaciones que regresaron a Accomarca para dar el ultimo adios a sus familiares víctimas de la violencia armada en Ayacucho, Peru
