Todavia te sigo buscando – La lucha continua de Argentina por la verdad y la memoria
PorSarah Pabst
Entre 1976 y 1983, la dictadura militar argentina llevó a cabo una campaña sistemática de terrorismo de Estado que dejó un saldo estimado de 30 000 desaparecidos.
La avioneta utilizada para los vuelos de la muerte expuesta en la Ex-Esma, antigua escuela naval, centro clandestino de tortura y detención, el jueves 17 de octubre de 2024.
Taty Almeida, miembro fundadora de las Madres de la Plaza de Mayo, posa para un retrato en su casa el jueves 19 de septiembre de 2024. Su hijo, Alejandro Almeida, fue secuestrado el 17 de junio de 1975, meses antes de que comenzara oficialmente la dictadura.
La colección de documentos, pequeñas cartas y tarjetas escritas por su hijo desaparecido, que Taty Almeida conserva desde el jueves 17 de octubre de 2024. Su hijo, Alejandro Almeida, fue secuestrado el 17 de junio de 1975, meses antes de que la dictadura comenzara oficialmente.
El EAAF, Equipo Forense Antropológico Argentino, busca víctimas de los vuelos de la muerte, una mujer y un hombre, en tumbas sin nombre en el cementerio de Magdalena, La Plata, Argentina, el miércoles 15 de octubre de 2024. Para encontrarlos, tienen que excavar hasta una profundidad de una o dos capas diferentes de entierros.
Un visitante camina junto a los muros en los que figuran los años, los nombres y las edades de los desaparecidos en el Parque de la Memoria, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el miércoles 25 de septiembre de 2024.
Gala Maruscak organiza e identifica los huesos que se encontraron en el cementerio de Magdalena, cerca del río de la Plata, y que pertenecen a víctimas de los vuelos de la muerte, sobre unas mesas en el EAAF, el Equipo Forense Antropológico Argentino, en Buenos Aires, Argentina, el jueves 26 de septiembre de 2024. Los forenses identifican a las personas que fueron asesinadas y enterradas en fosas comunes y tumbas sin nombre durante la dictadura argentina. Se estima que 30 000 personas fueron secuestradas y desaparecieron durante la dictadura militar en Argentina (1976-1983).
Las familias esperan el veredicto mientras sostienen carteles con los rostros de los desaparecidos durante el juicio por Puente 12, un centro de detención clandestino en la provincia de Buenos Aires, Argentina, el viernes 27 de septiembre de 2024. Se estima que 30.000 personas fueron secuestradas y desaparecidas durante la dictadura militar en Argentina (1976-1983).
Los rostros de los desaparecidos están pintados en las ventanas de la Ex-ESMA, antigua escuela naval, centro clandestino de detención y tortura durante la dictadura argentina, en Buenos Aires, Argentina, el jueves 26 de septiembre de 2024. Se estima que 30.000 personas fueron secuestradas y desaparecieron durante la dictadura militar en Argentina (1976-1983).
La Capuchita, el ático de la ESMA, antigua escuela naval, centro clandestino de detención y tortura durante la dictadura argentina, en Buenos Aires, Argentina, el jueves 26 de septiembre de 2024. La Capuchita recibió su nombre por las capuchas que los prisioneros tenían que llevar puestas todo el tiempo. Se estima que 30.000 personas fueron secuestradas y desaparecieron durante la dictadura militar en Argentina (1976-1983).
Entre 1976 y 1983, la dictadura militar argentina llevó a cabo una campaña sistemática de terrorismo de Estado que dejó un saldo estimado de 30 000 desaparecidos. Una de las prácticas más notorias del régimen fueron los vuelos de la muerte, en los que se drogaba a los presos y se los arrojaba vivos al mar o a los ríos. Estos vuelos se convirtieron en un símbolo de la brutalidad de la dictadura y del esfuerzo deliberado por borrar todo rastro de sus víctimas.
Décadas más tarde, la búsqueda de la memoria, la verdad y la justicia continúa. Las familias de los desaparecidos llevan los rostros de sus seres queridos a los espacios públicos y a los tribunales, exigiendo que se rindan cuentas. Juicios como el de Puente 12, que investiga los centros de detención clandestinos, ofrecen oportunidades para que se haga justicia, pero también ponen de relieve la persistencia de la impunidad cuando se absuelve a los responsables.
Este proyecto documenta los esfuerzos continuos por enfrentar el legado de la dictadura: la lucha de las familias por obtener respuestas, el proceso judicial que busca establecer responsabilidades y el papel de la memoria colectiva para mantener presente la historia de los vuelos de la muerte en la democracia argentina. Es un registro de cómo una sociedad sigue lidiando con los crímenes de su pasado y el impacto duradero en las generaciones que aún esperan la verdad.