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Un paraíso subterráneo amenazado

Los cenotes son parte de una de las maravillas naturales de México: un sistema de aproximadamente 10.000 cavernas, ríos y lagos subterráneos que serpentean bajo la península de Yucatán, en el sureste del país.

La construcción del Tren Maya —el proyecto insignia del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador— está destruyendo buena parte de ese mundo subterráneo oculto, ya amenazado desde hace décadas por el desarrollo urbano y el turismo masivo. A lo largo de casi 1.600 kilómetros, el Tren Maya recorrerá la península de Yucatán para conectar ciudades turísticas como Cancún y Playa del Carmen con comunidades remotas y sitios arqueológicos enclavados en la selva a los que promete llevar desarrollo económico.

Científicos y ambientalistas advierten que el tren representará un desastre ambiental en el largo plazo.