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El descenso final

Los manifestantes se refugian detrás de un escudo improvisado durante una protesta contra el gobierno tras la controvertida reelección presidencial de Nicolás Maduro en Caracas, Venezuela, el 29 de julio de 2024. Durante estas protestas, al menos 24 manifestantes murieron a manos de las fuerzas de seguridad o de grupos paramilitares apoyados por el gobierno conocidos como «colectivos», y más de 2200 personas fueron detenidas y acusadas de terrorismo y traición a la patria sin más pruebas que su presencia en las manifestaciones; algunas incluso se encontraban simplemente cerca de una de ellas y no participaron en absoluto. Los detenidos fueron enviados a cárceles de alta seguridad denunciadas por violaciones de los derechos humanos y tortura; la mayoría de ellos eran jóvenes, incluidos adolescentes menores de edad. Las protestas estallaron en todo el país en respuesta a las acusaciones generalizadas de fraude electoral, agravadas por el colapso económico y la crisis humanitaria provocados por la hiperinflación, la grave escasez de alimentos y medicamentos, el aumento vertiginoso del desempleo y la falta de libertad de expresión y de prensa, lo que ha obligado a más de siete millones de personas a huir de Venezuela en los últimos años, lo que la convierte en una de las mayores migraciones masivas de la historia moderna.