El hambre en Guatemala

Un guajolote se encuentra en el hogar de Estanislao y Juana, el 2 de mayo de 2022. La tasa de desnutrición crónica en Guatemala es la más alta de Latinoamérica y la sexta del mundo.

Guatemala: El maíz es el alimento principal en las aldeas guatemaltecas.

Guatemala: Victoria Aguilón prepara un palto de salsa en la cocina de su casa en Comitancillo.

Maria Leticia de 17 años, se encuentra en la cocina de su hogar, en Comitancillo, Guatemala, el 2 de mayo de 2022. La tasa de desnutrición crónica en Guatemala es la más alta de Latinoamérica y la sexta del mundo.

Una pieza de ayote, que es cocinado en el hogar de Marisela, el 2 de mayo de 2022, en la aldea de Tuilelen, en Comitancillo, Guatemala. La tasa de desnutrición crónica en Guatemala es la más alta de Latinoamérica y la sexta del mundo.

Juana descansa en su hogar, el 2 de mayo de 2022, ubicado en la aldea de Tuilelen, en Comitancillo, GuatemalaLa tasa de desnutrición crónica en Guatemala es la más alta de Latinoamérica y la sexta del mundo.

Una gallina se alimenta en uno de los hogares de Comitancillo, Guatemala, el 2 de mayo de 2022. La tasa de desnutrición crónica en Guatemala es la más alta de Latinoamérica y la sexta del mundo.

Marisela se encuentra en su hogar, el 2 de mayo de 2022, en la aldea de Tuilelen, en Comitancillo, Guatemala. La tasa de desnutrición crónica en Guatemala es la más alta de Latinoamérica y la sexta del mundo.

Un plato con tamales, en Comitancillo, Guatemala, el 2 de mayo de 2022. La tasa de desnutrición crónica en Guatemala es la más alta de Latinoamérica y la sexta del mundo.

Estanislao y Juana se encuentran en su hogar, el 2 de mayo de 2022, en la aldea de Tuilelen, en Comitancillo, Guatemala. La tasa de desnutrición crónica en Guatemala es la más alta de Latinoamérica y la sexta del mundo.

La tierra de América es rica en productos naturales y seduce por su diversidad gastronómica y sabores únicos, sin embargo más de sesenta millones de personas viven con hambre en el continente. En este escenario, pensar en el futuro es preguntarse si habrá comida para el día siguiente; el presente es dormir con el estómago vacío.

Guatemala es el país con la tasa más alta de desnutrición crónica en América Latina y el cuarto en el mundo, según cifras del Banco Mundial. Frijoles, arroz, maíz, chiles todo en raciones escasas, es la dieta de supervivencia de muchos guatemaltecos. El departamento de San Marcos es una de las zonas más afectadas por el hambre en este país y el Programa Mundial de Alimentos ha advertido que el cincuenta por ciento de las familias no tienen acceso a una alimentación balanceada. La desnutrición golpea con mayor dureza a la población indígena de la zona y más de la mitad de los niños viven con desnutrición.

En 2009 el gobierno declaró “estado de calamidad pública” provocado por la hambruna que azotó a la población y la situación no ha mejorado desde entonces. La pandemia ha sido otro factor que ha puesto en desventaja a muchas familias, quienes buscan en la migración una oportunidad para darle una mejor vida a sus seres queridos. En estas áridas montañas, dormir con hambre es la única certeza con la que se vive.