En 2023, el expresidente Jair Bolsonaro intentó dar un golpe militar en Brasil. Por este delito, que consiste en la abolición violenta del Estado democrático de derecho, ahora está siendo juzgado.
El Palacio del Planalto es invadido por cientos de seguidores de Jair Bolsonaro que piden una intervención militar. En la imagen, cientos de personas en la rampa presidencial.
Hombre sostiene una barra de hierro dentro del Palacio del Planalto. La barra era anteriormente un mástil de la bandera de Brasil.
Una mujer grita en el edificio del Tribunal Supremo Federal, el STF, tras una invasión.
Un manifestante arranca una obra de arte del pasillo del Palacio del Planalto
La estatua de la Justicia, símbolo del STF, Tribunal Supremo Federal, es vandalizada por partidarios del golpe militar.
El Congreso Nacional es invadido por el techo. En la imagen, los partidarios de Jair Bolsonaro utilizan cuerdas para entrar y salir del Congreso por el techo.
Hombres rompen fotos de la toma de mando del presidente Lula encontradas dentro del Palacio del Planalto.
Manifestantes que piden un golpe militar rompen las ventanas del Palacio del Planalto. A la izquierda, un hombre se da cuenta de que lo están fotografiando e intenta impedir que lo graben.
Ventana rota del Palacio del Planalto con el Tribunal Supremo Federal (STF) al fondo y el Congreso Nacional.
En 2023, el expresidente Jair Bolsonaro intentó dar un golpe militar en Brasil. Por este delito, que consiste en la abolición violenta del Estado democrático de derecho, ahora está siendo juzgado. El 8 de enero de 2023, el Palacio del Planalto fue invadido por cientos de seguidores de extrema derecha del expresidente Jair Bolsonaro en una acción coordinada que exigía una intervención militar en Brasil tras la derrota de Bolsonaro frente al actual presidente Luís Inácio Lula da Silva. El Congreso Nacional y el edificio del Tribunal Supremo Federal también fueron tomados ese mismo día. Los manifestantes pretendían tomar las instituciones democráticas y revertir los resultados de las elecciones. Durante la cobertura, la prensa también fue objeto de protestas, con muchos periodistas heridos, obligados a borrar sus fotos o a sufrir el robo de sus equipos para impedir que la prensa documentara el evento.