Los 9 de Juliaca
Desde el 7 de diciembre de 2022, 50 ciudadanos peruanos —mayoritariamente indígenas y campesinos— han sido ejecutados extrajudicialmente por miembros de la fuerzas del orden, y más de mil ciudadanos fueron heridos durante las manifestaciones en contra del gobierno de Dina Boluarte y el Congreso de la República.
El 9 de enero y el 9 de febrero del presente año, en la ciudad de Juliaca, ubicada en la región de Puno al sur del Perú, 18 civiles fueron asesinados y cientos fueron lesionados. Todas las víctimas fallecieron a causa de disparos de balas o perdigones de plomo perpetrados por los miembros policiales y militares, a pesar de que su uso esté prohibido para el control de las manifestaciones.
Según investigaciones recientes, las víctimas civiles no representaban un peligro inminente para la vida o integridad de los miembros de la fuerzas del orden en el momento en que fueron abatidas. Incluso, muchas de ellas no participaban en las protestas en contra del gobierno. Sin embargo, a pesar de que exista una amplia gama de evidencias videográficas y fotográficas que evidencian el uso excesivo de la fuerza, hasta la fecha no hay ningún culpable o detenido por las masacres. Las familias de los asesinados y los heridos luchan para que sus casos no sean olvidados, estas son algunas de sus historias: