Amazonía fluvial: un paisaje de resistencia
Llevo más de 30 años inmerso en el universo de la gente sencilla que vive a orillas de los ríos de mi tierra natal, el Amazonas. A través de esta convivencia y complicidad he construido mi carrera.
Honrar mi ascendencia del pueblo tefé del Alto Solimões (AM), donde nació mi padre, es un compromiso de toda la vida y explica la fascinación que la gente de las riberas y sus colores ejercen sobre mi mirada.
En este ensayo continuo, me nutro de las luces, los colores y los ambientes creados por estas gentes. Territorios de resistencia a través de los cuales se resisten a la gentrificación dictada por la globalización y la codicia.
La pintura de las casas y barcos en colores primarios, en combinaciones originales y geometría sorprendente, la fluorescencia de las luces construyen un territorio acogedor y único para afirmar la identidad del pueblo amazónico.
Una historia común, formada por héroes anónimos, observadores atentos de la naturaleza, cuya creatividad ayuda a superar las adversidades del entorno y la precariedad de las infraestructuras y de la atención gubernamental.
Mi elección en este ensayo es tan natural como el brote de una charca, pero al igual que mis personajes es un acto de afirmación de mi propia identidad.