Así también te cuidaré

Assumpta Bassas (1965, Barcelona, España) y Rosa Martínez (1955, Soria, España) pintaron en 2019 Persiana de luz materna, una obra en la que una estrella destaca entre las nebulosas de nuestra galaxia. La Vía Láctea, denominada así por haber sido considerada en la mitología griega como un reguero de leche surgido del pecho de la diosa Hera, en las narraciones vikingas se veía como el camino que llevaba al Vallhala o paraíso de los muertos. Hoy los astrónomos saben que está compuesta por más de 300 millones de estrellas y quizá todos fuimos y seremos polvo de estrellas. Foto © Alfred Vernis.

BARCELONA, España – Confinada en casa, doy gracias repetidas por haber podido estar al lado de mi madre cuando murió en agosto de 2019 a los 96 años. Agradezco que nada fuera como es ahora, porque ella vivía en una residencia y hoy sería persona de alto riesgo. Pienso en el dolor de quienes mueren solos, de forma violenta o en situaciones de abandono, y no solo durante esta pandemia. Y pienso en el consuelo de una despedida digna para quien se va y para quien se queda, y cuánto ayudan los gestos, las palabras, la música o las imágenes en los rituales de paso.

La muerte de mi madre coincidió con un proyecto colectivo para revitalizar una plaza prácticamente deshabitada en el Burgo de Osma, una localidad soriana en la amplia meseta castellana. Artistas locales pintaron las persianas de los balcones con el sueño de alzarlas luego como si en las casas viviera gente. Mi colaboración consistía en supervisar las propuestas artísticas y, mientras, imaginaba a mi madre como una estrella de la Vía Láctea y sentía que desde allí también me cuidaría. Así fue como me animé a realizar una insospechada y primeriza “obra pictórica.” Assumpta Bassas, amiga y profesora de Bellas Artes, me acogió en el taller de su casa y me ayudó a buscar imágenes inspiradoras, a preparar la madera, a comprar los colores y a plasmar el boceto en la persiana, todo lo cual ya contribuyó a suavizar mi duelo. Otro amigo, José María Cano, pintor y músico, me envió un mensaje que, para mí, traducía el vínculo matrilineal que transmuta la materia que somos: “Tú dejas de ser rama y te conviertes en tronco. Porque ella deja de ser tronco y se convierte en raíz. Y el alcorque… deja de ser tierra y se convierte en cielo.”

El arte de las palabras y las imágenes, además de calmar nuestras penas y conectarnos con lo invisible, nos permite ironizar sobre lo trascendente y lo cotidiano o despertar la conciencia crítica sobre el mundo en que vivimos. Hoy, lejos del mercado, sabemos que cada persona es artista y que la belleza vibra en lo más nimio, en una sombra en la pared, en una nube que pasa… En medio del actual y necesario confinamiento global, sin saber aún cuál será el futuro de los museos y las exposiciones, cuestionar el discurso militarizado de nuestros políticos en relación a la enfermedad es cuestionar el orden de la guerra, la ley del más fuerte, la lucha de todos contra todos… La responsabilidad, la solidaridad colectiva y el apoyo mutuo, del que ya habló el científico naturalista ruso Piotr Kropotkin, reclaman crear un nuevo orden simbólico que se base en la ética de los cuidados, en una maternidad social que respete la tierra y sus diferentes especies, entre las que nos encontramos. Es imprescindible dejar atrás la competitividad exacerbada y descansar de la extenuante aceleración en busca del rendimiento máximo y el beneficio inmediato. Nuestro planeta disfruta de abundancia suficiente y hemos de entender que lo contrario de la pobreza no es la riqueza sino la justicia social.

Con ocasión de este artículo, me propuse configurar una exposición virtual con obras que aportan luz, consuelo y conciencia en estos momentos tan extraños. Janine Antoni, Ghada Amer, Vittore Fossati, Nikos Navridis, Rivane Neuenschwander y el colectivo boliviano Mujeres Creando respondieron inmediata y generosamente a mi llamada. Agradezco su energía solidaria y sus obras hermosas, valientes y regeneradoras. Espero que ahora sea el lector quien sienta cómo se despiertan sus propias resonancias mitológicas, existenciales, estéticas o políticas. La misión de artistas, curadores y receptores activos tiene sentido. Unirnos para crear nuevas formas de belleza, para fortalecer el derecho al sueño y para defender el bienestar colectivo puede ser un bálsamo sanador. Por eso, finalmente, pensé que esta humilde muestra virtual se titularía: “Así también te cuidaré.”

Las obras de Rivane Neuenschwander (Belo Horizonte, Brasil, 1967) son exploraciones del pensamiento, el sentimiento, la comunicación y las relaciones. En la serie de fotografías titulada Pertenece. No pertenece (2000), realizada junto a Cao Guimaraes, diversos escarabajos en movimiento atraviesan pompas de jabón. Estas obras son metáfora de la complejidad de las relaciones afectivas y del duelo por las pérdidas. Los escarabajos representan a las personas y las pompas de jabón la realidad efímera de sus interacciones. © Rivane Neunschwander.
El colectivo boliviano Mujeres Creando se autodefine como un movimiento social feminista y anarquista. Con más de dos décadas de existencia, su trabajo político en el ámbito de la ayuda mutua se sitúa junto a sus radicales y efímeras intervenciones en el espacio público para cuestionar críticamente la violencia y las injusticias del orden establecido y específicamente la sumisión de las mujeres al orden patriarcal. Cuando escriben la frase Quédate en casa no es lo mismo que cállate en casa (Marzo, 2020) junto a las puertas de la Universidad pública de La Paz en Bolivia deconstruyen el mandato que, además de a obedecer, condena al silencio. © Mujeres Creando.
Nikos Navridis (Atenas, Grecia, 1958) utiliza a menudo la respiración y el aliento como materiales artísticos que reflejan las fuerzas primordiales de la existencia. En su instalación Sobre la vida, la belleza, las traducciones y otras dificultades (1997), cuatro pantallas de video acogen cuatro figuras humanas que inhalan y exhalan con diferentes intensidades. Las imágenes están tomadas desde el interior de globos de látex creando una sensación de esfuerzo angustiado. La denominada Traducciones habla de la necesidad de acercarnos al otro. © Nikos Navridis
Ghada Amer (El Cairo, Egipto, 1963) es una artista multidisciplinar que cuestiona las desigualdades de género y reivindica el placer femenino, pues considera que la seducción y el feminismo no son incompatibles. Tanto en sus pinturas bordadas como en su escultura o sus jardines, reflexiona sobre el amor, la muerte o la feminización de la pobreza. La frase HOY EL 70% DE LOS POBRES EN EL MUNDO SON MUJERES (2001-2019) toma la forma de un parque de juegos para niños utilizando contenedores rojos y arena. Constata cómo las mujeres son las responsables de los cuidados y cómo están en los estratos más bajos de la injusta distribución de la riqueza. Cortesía: Ghada Amer and Kewenig ; Foto: Carlos Diaz Corona. © Ghada Amer
En 1981, durante uno de sus viajes por la región italiana del Piamonte, el fotógrafo de paisajes Vittore Fossati (1954, Alessandria, Italia) realizó esta imagen que tituló Oviglio, el nombre de un pequeño pueblo en una zona rural. La composición sigue el esquema de la perspectiva renacentista clásica, con sus líneas convergentes hacia un punto de fuga central. El arcoiris que surge del irrigador mecánico aparece por el lado izquierdo de la imagen y acaba en el centro de la carretera. Este fenómeno celeste en miniatura sugiere que la belleza puede aparecer inesperadamente en nuestros tránsitos cotidianos y convertirse en una revelación individual, que nos invita a la contemplación de lo maravilloso. © Vittore Fossati
Janine Antoni (Freeport, Bahamas, 1964) realizó la performance Slumber (Dormitar) en diversas ocasiones entre 1994 y 2000. Por la noche, conectada a un dispositivo electroencefalográfico que recogía los movimientos de sus ojos durante las diferentes fases del sueño, la artista dormía en el centro de arte que la acogía. Por el día, las líneas que la máquina había dibujado eran cosidas por ella misma sobre la manta que tapaba su cuerpo, que se iba alargando en cada nueva presentación de la obra. Esta Penélope contemporánea ya no espera que Ulises vuelva de sus viajes, sino que conecta el inconsciente, la ciencia y el lenguaje del arte para activar su poder como tejedora de sus propios sueños y de nuevas realidades. Crédito: Janine Antoni, Slumber, 1993. Foto de Javier Campano en el Centro de Arte Reina Sofia, Madrid, 1995. © Janine Antoni
Janine Antoni, Slumber. Foto: Ellen Labenski en el Guggenheim Museum Soho, New York, NY 1996 © Janine Antoni