Los largos días
Es probable que me falte memoria para recordar lo extraña que ha sido esta etapa de mi vida. No identifico los días en el calendario, ni tampoco cuento el tiempo que avanza como una tortuga. Puedo sospechar que la palabra ‘confinamiento’ la inventaron para hacernos creer que la calma llega a partir del encierro. A estas alturas ya no identifico las diferencias que hay entre lo que se vive adentro o afuera.
Anhelo la infancia y la risa de los otros para olvidar mis deberes de adulto. Me gusta contemplar las vidas ajenas, me gusta observar.
Este pequeño fotoensayo es un diario de supervivencia. Pienso que en este momento sobrevivir es el nuevo concepto que nuestro lenguaje sustituyó por la palabra vivir. Y la única forma de salvarnos es inventando nuestra propia realidad.