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Proyecto Grans

Grans es un proyecto concebido por Séverine Sajous y surge de un encuentro con las vecinas y vecinos del pueblo de Avià, Cataluña (España) durante el mes de julio de 2020. El “taller de creación” fue comisariado por Rosa Cerarols de Konvent (del Centro de Arte Multidisciplinar de Berga), con el apoyo y complicidad del Ayuntamiento de Avià. La postproducción de las imágenes estuvo a cargo de Pepe Molina Cruz.

El proyecto pretende ser un homenaje para las personas de mayor edad que habitan el pueblo catalán.  Es un producto que nace con el fin de recuperar la memoria histórica y los recuerdos de los álbumes fotográficos que nacieron en épocas pasadas.

Algunas de las fotografías antiguas que fueron utilizadas en el proyecto.

Estos álbumes familiares, de fotografías analógicas, recuperan imágenes cotidianas significativas en las que todos pueden reconocerse: la escuela, las fiestas de comunión y matrimonio, el fútbol, las fiestas tradicionales y algunos espacios que se han ido transformando con el paso de los años.

El trabajo se realizó junto a las personas mayores del pueblo. El primer día, llovió mucho. Los abuelos llegaron empapados, protegiendo sus fotos antiguas. La pandemia había obligado a que se cerrará el Casal de la gent gran, pero desde el Konvent, donde se realizó el taller, encontramos la manera de trabajar con el colectivo de personas mayores vulnerables frente al virus. Así, con Grans, buscamos crear una oda a la vida y un recorrido a la infancia para alegrar a los mayores, quienes estos últimos meses han sufrido un camino menos colorido.

Lo más interesante del proyecto es la inclusión de fotos nuevas junto a fotos antiguas. La carga emocional que este proceso tiene para los participantes nace del ejercicio de la memoria y el reflejo de un entorno social pasado. 

Junto a Pepe Molina Cruz se trabajó en el color y la fusión de las imágenes antiguas con las actuales, realizadas en el mismo sitio, intentando mantener la distancia focal, las posturas. Para terminar el proceso, se buscó interpretar el color y su carga emotiva: recurrimos a tonos pasteles para recordar la infancia con tonos de-saturados (cian, amarillo, magenta, verde).

En la foto de Primera Comunión, los colores rosa y azul pastel; el rojo y el amarillo, nos trasladan a una posguerra dura, una infancia robada por el franquismo.

Reconstrucción fotográfica de una imagen de 6 niños durante la postguerra. El color rojo y amarillo nos trasladan a una posguerra dura, a una infancia robada por el franquismo.
Fotografía reconstruida. Primera comunión de Juan Lluis Sala, padre del famoso contra-tenor avianés Xavier Sabata. En la original Juan Lluis tenía 7 años.

Durante el taller, cuando se les preguntó a los integrantes, “¿qué les haría ilusión en estos momentos?”, muchos contestaron: “volver al tiempo de apogeo del pueblo, cuando la sala de baile estaba abierta y lo mejorcito de España venía a dejarse ver ahí”. Otros dijeron que les gustaría regresar a esa normalidad que todos habían conocido.

El taller resultó en imágenes que mezclan el pasado y el presente. Así, reconstruímos recuerdos arrinconados y durante algunos días, los ancianos y su pasado fueron los protagonistas del verano en las calles de Avià.

Desde el 1ero de agosto de este año, los resultados de Grans se exponen en las calles y plazas de el pueblo catalán.

Ella es Cal Cacahuata, y en su época era muy conocida en el pueblo. Tenía mucha energía y estaba en todo. Todos los avianeses conocían su casa a la que le llamaban «la casa de la Cacahuata» Cal se dedicaba a limpiar las camisetas del equipo de fútbol de Aviá, una labor muy importante ya que el equipo era el orgullo del pueblo.
Cuando fui con Jepet a reconstruir la foto en el sembrado de trigo, los vecinos dueños del solar nos riñeron. Nos reímos, y Jepet se puso a recordar. Cuando notó la nueva construcción del area, recordó las palabras de su padre, quien le había dicho que eso nunca se construiría. Pero Jepet llegó a verlo con sus propios ojos. El paisaje de la Cataluña profunda no es inmutable.
Catalina se casó en 1958. Su marido murió hace apenas un año, con quien llevaba 61 años de vida matrimonial. La foto creada es un homenaje a su compañero de vida. Cuando le enseñé la foto final, Catalina se enfadó entre risas. El día que tomamos la foto recreada se había ido a peinar a la peluquería. Yo solo fotografié sus «piernas y varices». Recordó entonces que le faltaban esas otras dos piernas, las de su compañero, y que lleva un año «coja».
La familia Canuda durante la fiesta tradicional de Las Caramelles, en el año 1968.
Maria Teresa Calderer, de 74 años, fue cartera del pueblo por 30 años. Me confesó que no le gusta que le tomen fotos, pero que al ver el resultado final del montaje colgado en lona en su pueblo, se emocionó mucho.