En tiempos de aislamiento social y cambios repentinos en nuestra rutina es necesario reinventarse. Cada día es un nuevo desafío, sin perspectivas de cambio a corto plazo. Debido a la situación actual en Brasil, y su locura política, no he podido encontrar una salida efectiva, me abstracto.
El cierre de escuelas y la energía pulsante de la infancia me han hecho dedicarme a reflexionar sobre los últimos cuatro años de mi vida junto a mi hija.
Dibujos hechos por Malu y fotografías de ella. Como si Malu fuera el centro de atención, y lo es. Siempre dejo a su disposición pinceles, pinturas, lápices de color y crayones.
A partir de sus dibujos, hechos desde sus dos a cuatro años de vida, formé dípticos de sus obras, con fotografías de viajes que nos propusimos hacer.
Una experiencia única de entrega y maduración.
En todos mis años dedicados a la fotografía, la única persona que ha logrado que descanse de la cámara es ella. Desde sus 25 días de vida la llevé a conocer un poco de la naturaleza. A partir de entonces, cuando fue posible, tomamos a Celtinha y la dejamos junto a los caminos. Fueron muchas las cascadas a las que fuimos, ese deseo de estar siempre en contacto con el agua, un amor desde la infancia. Ya sea en agua dulce o salada.
Traté de emocionarla, ella me emocionó.
Una experiencia que no puedo expresar con palabras, les dejo con sus dibujos y mis fotografías para contar esta historia.
Guilherme Bergamini
Fotógrafo y artista visual brasileño. Desde hace más de dos décadas desarrolla proyectos de fotografía que construyen narrativas visuales. Sus obras dialogan entre la memoria y la crítica política social.