Mirar hacia adentro
El encierro es una oportunidad de reencontrarme con mi madre y conmigo mismo. He buscado en nuestras limitaciones una causa para la inspiración.
El encierro es una oportunidad de reencontrarme con mi madre y conmigo mismo. He buscado en nuestras limitaciones una causa para la inspiración.
En este confinamiento descubrí cosas que tendría que haber entendido antes.
Tal vez deberíamos convencernos de que es posible que sea el fin del mundo como nosotros lo hemos concebido y como lo hemos “construido” hasta ahora.
Un par de mirlos en el cable de la luz,
un moscardón en la pared
y tambaleados por el viento unos manteles que se agitan a murmullos.
Las casas zumban…
No sé cuál será el futuro de los museos y las exposiciones, pero sí sé que el arte puede ayudarnos durante la pandemia. Por eso hice esta exposición virtual.
Hagamos silencio. Paremos: se paró el mundo. Luchemos para soportar la angustia de estar aislados y encerrados cuando quisiéramos estar juntos, en asambleas, en plazas.
La pandemia nos ha hecho preguntarnos si la culpa es de una sociedad que agrede constantemente al medioambiente.
Una mariposa bate las alas. Su movimiento es leve e imperceptible. Tan bello y tan catastrófico para el pueblo donde el terremoto se desencadenará irremediablemente.
¿Acaso estoy viviendo en estos días lo que verdaderamente significa ser madre?
Que se congele el tiempo,
así puedo sacar a la calle,
todos los escombros,
lo que sobra